viernes, 27 de julio de 2012

Las tres cartas del egoísta (capitulo 1)

Capitulo 1 Los tres sobres

Ciudad Juárez, Chihuahua. A miércoles 1 de junio del 2011
Saúco:
Me siento como una colegiala indecisa escribiéndote una carta de despedida, sin embargo sentí la imperiosa necesidad de hacerlo. Esa espina que no iba a dejar mi cuello y oídos tranquilos hasta que supieras lo que te quiero decir.
Entré hace seis meses al DIF a hacer mi servicio por puro compromiso, jamás fue mi intención dar atención escolar a chicos que perdieron a sus padres, yo quería entrar en la política como parte de mi servicio escolar. Sé que siempre dejé en claro mi deseo de hacer cambios en este país, creo que para ti siempre fui un idealista que piensa en el mundo como algo muy fácil de superar, soy un joven soñador demasiado idiota.
Tampoco me agradaste cuando te vi la primera vez, eras el encargado directo de los niños que se refugiaban ahí. Pese a que todos te amaban para mi eras irritante solo a la vista, de ese tipo de personas que solo al verlas necesito discutir con ellas, conforme te fui conociendo mi concepto general de ti, debo admitir, no cambió. Amargado, ignorante, distante de emociones, cuando hablabas era para lanzarme indirectas demasiado crueles para alguien tan inseguro como yo. Si, en realidad te detesté y rezaba por que la ruta en la que me dirigía todos los días al DIF se estrellara contra cualquier reja con tal de no verte.
Creo que nada de eso hubiera cambiado si no fuese por la dulce Lilia.
Soy muy torpe, no me había dado cuenta de que esa dulce niña de cabellos negros y los ojos verdes más grandes que he visto era tu hermana. Las miradas de ambos eran diferentes, ella siempre fue dulce y amable, mientras que tú parecías muy severo. Fue hasta una mañana de febrero cuando los vi acurrucados por el frio de la nevada, en una esquina del edificio con una cobija que me di cuenta de que tus atenciones hacia esa niña no eran normales.
Tras analizarte pude ver que tus ojos, del mismo tono de verde eran también muy calmos y bondadosos.
Con ella eras diferente, la dulzura que transmitías siempre me hacía querer abrazarlos a los dos, aunque estoy seguro de que me pudiste haber sacado a patadas del lugar gritándome “maricón”. O tal vez no, pareces acostumbrado al acoso de otros hombres. A Lilia no le hubiera molestado, a ella todos en la estancia la amaban, muchas veces te vi celoso de que tantos niños se acercaran a abrazarla.
Pero entiendo que la cuides tan obsesivamente, ella es una joya, pero una muy delicada. Siempre lamentaré haber salido corriendo con la niña en brazos sin avisarle a nadie en medio de la noche cuando le dio un ataque de asma y yo estaba haciendo guardia, pero creo que hubiera muerto si no le daba atención pronto (aunque tu estuviste a punto de morir de los nervios, lo sé). Después de eso no sé cómo llegamos al punto de confianza en el cual comenzaste a conversar más conmigo, de verdad llegué a tomarte aprecio de amigo y estos últimos dos meses te confesaré que me quedé en el DIF para ayudarlos más que por servicio obligatorio.
Ahí es donde llego al punto central de mi carta (¿recapitular nuestra amistad? No soy tan melancólico, solo un poco). Ha llegado el momento en el cual ninguna excusa vale, mis evaluaciones escolares han terminado y ya he logrado completar los créditos para terminar la preparatoria. No regresaré más al DIF, seguiré mis estudios para ser sociólogo. Lo lamento mucho, no volver a ver la sonrisa sin esos dos dientes de leche que tiene Lilia durante las tardes.
Gracias a ti he aprendido mucho en estos seis meses, aprendí que las apariencias engañan, que detrás de un amargado grosero esta un chico muy agradable, que la bondad se puede encontrar en todas las personas, que hacer cambios en la sociedad requiere detenerse a ayudar a los más cercanos primero, que la vida es mucho más valiosa que cualquier valor material. He aprendido muchas cosas contigo y espero haberte hecho cambiar en algunas otras, algunas chicas del lugar me dijeron que te han visto más relajado.
¿Por qué te agradezco como una chica en su graduación? Porque esta es mi confesión gay.
Admito que he estado con hombres y mujeres antes, no soy un promiscuo de 17 años, pero lo he hecho. Y contigo es diferente, tan solo compartir tiempo contigo se ha vuelto emocionante, a veces al verte trato de evaluar tu físico convencido de que eres atractivo y si, hace una semana, la persona que te manoseó el trasero en las escaleras cuando te ibas si fui yo.
Seguramente te habré tratado de robar un beso al entregarte esta carta, soy tan dramático, pero no lo podré controlar, soy tan marica.
No me importa tu respuesta a mis sentimientos, no quiero saberla.
Me despido, gracias por todo.
Iván.

sábado, 14 de julio de 2012

Oh yeah lollipop (capitulo 1)


Capítulo 1: El sentimentalismo del maíz

—¡“Corn”!
La alegre voz de TOP resonó en el comedor del edificio de YG, el chico miraba emocionado el plato que le habían servido, especialmente porque incluía maíz. A su lado G-Dragon sonrió, podría ser el mayor del grupo pero el chico de cabello menta era el más infantil, le emocionaba la oportunidad de comer sus comidas preferidas, visitar ciertos lugares, probar cosas nuevas, ese era TOP, pero solamente se comportaba así con el grupo, y en especial él.
—¿Vamos a comer con las chicas de 2NE1? Hace mucho que no saludo a CL —dijo el líder de BigBang señalando la última mesa en la esquina.
Se acercaron ambos extrañados por ver a las chicas demasiado calladas, con una atmosfera lúgubre sobre ellas cuando generalmente eran todas sonrisas con el comportamiento infantil de Bom y Dara, sin embargo ambas eran las que parecían más abatidas.
—Hola chicas, ¿las molestamos?
—No, hola Ji oppa, TOP oppa —saludó CL haciendo un ademán para invitarlos a sentarse.
—¿Por qué están tan apagadas? Hoy sirvieron maíz en la comida —dijo TOP sonriéndole a Bom.
Todos sabían que la rubia amaba el maíz, pero lo que no sabían es que justo esa mañana los entrenadores de 2NE1 le prohibieron seguir consumiéndolo hasta que se regulara su peso. Así que Bom al ver los platos de TOP y G-Dragon dejó caer su frente sobre la mesa, soltando quejidos casi al borde del llanto.
—Ya no podemos comer maíz por órdenes de nuestros entrenadores —explicó Dara acariciando la espalda de Bom.
GD miró los platos de las cuatro, compadecido por el pollo a la plancha y ensalada que estaban comiendo. A Minzy no parecía importarle y CL estaba tratando de dar el ejemplo como la líder que era, pero al parecer era muy difícil para Bom y Dara siendo tan cercana a ella trataba de ayudarla con palmaditas en la espalda. Se sintió incómodo no supo qué hacer para desaparecer mágicamente el maíz de su plato.
Buscó apoyo en TOP, pero este descaradamente cambió su plato por el de Bom.
Todos en la mesa lo miraron como si el hyung fuera sordo o definitivamente retrasado.
—Yo también tuve que hacer muchas cosas para estar en YG —explicó mientras revolvía la ensalada—, al menos disfrútalo hoy, así no te sentirás incompleta mañana.
Bom miró el plato, luego a TOP y finalmente asintió sonriéndole.
—Muchas gracias Alien oppa.
Al igual que ella, las 2NE1 se sintieron agradecidas por no sufrir la ansiedad de la mayor los siguientes días. Por su lado G-Dragon prosiguió con su plato, orgulloso de su amigo, aunque de alguna manera se seguía sintiendo incómodo.